Con el precio de los alquileres por las nubes, si tienes una habitación vacía y no te supone un problema compartir espacios, puedes sacar un dinero extra alquilando la habitación. El alquiler de habitaciones es cada día más común, tanto para turistas que buscan una alternativa más económica para un par de días como para personas que necesitan un alquiler de larga duración. En cualquier de los casos, alquilar un espacio que no utilizas te permite una nueva fuente de ingresos.
Hay algunos consejos que facilitan el alquiler de una habitación de tu piso. Y, según prefieras un alquiler de larga duración o vacacional, puedes poner en práctica técnicas específicas más orientadas a las necesidades del futuro compañero de piso.
Fotos de calidad
Antes de tomar la decisión de hacer una visita, es muy probable que la persona quiera ver lo que le espera en tu hogar. Y las fotos son la mejor forma de abrir las puertas de tu casa.
Es importante que las fotos tengan buena calidad para llamar la atención de forma positiva. Fotos borrosas o sin luz adecuada pueden dar una sensación equivocada de los espacios.
Piensa, también, en que deben reflejar la realidad pero cuidando los detalles. De nada te sirve una foto digna de revista de decoración si luego la realidad no se corresponde. Eso sí, cuida el orden y que no se vea todo por medio. Además, si vas a compartir espacio con otra persona, eso es algo que deberá estar presente por ambas partes.
No olvides poner foto del espacio a alquilar y de los espacios comunes.
Anuncio de oferta claro de la habitación a alquilar
Aparte de las fotos, debes informar las características de la oferta. Condiciones como el precio y lo que incluye pero, también, el tipo de compañero de piso que buscas.
Deja claro, igualmente, las condiciones más generales. Si hay un mínimo de duración, si aceptas o no mascotas o si hay algún detalle importante que se debe respetar en casa, como puede ser la prohibición de fumar en casa, por ejemplo. Piensa que vas a compartir un espacio y perder alguna privacidad pero que todo será más sencillo si las reglas de la casa están claras y se adaptan a todos los convivientes.
No olvides, tampoco, hacer referencia a tus preferencias cuanto a la persona que compartirá el espacio contigo. Estudiantes, trabajadores, hombre o mujer, con o sin niños, lo que sea importante para ti debe quedar claro.
La privacidad
Antes de alquilar una habitación piensa hasta que punto puedes perder tu privacidad y pon las medidas adecuadas.
Alquilar una habitación implica, de algún modo, permitir igualmente el acceso a otras zonas de tu casa pero si no quieres que así sea, busca solución. Por ejemplo, si no quieres compartir un baño, quizás debas indicar claramente qué baño le corresponde a cada uno de los inquilinos.
Además, puedes colocar cerradura en las puertas de las zonas no comunes, como las habitaciones, para que no falte la seguridad. Válido tanto para ti como para tu futuro inquilino.
